
El pensamiento de Humberto Maturana: una clave para transformar nuestra práctica educativa.
La labor docente es una práctica que está en constante r-evolución, siempre a merced de los cambios acelerados de este mundo exponencialmente dinámico. En este contexto, los docentes estamos siempre en el camino de la reflexión y el aprendizaje.
Con el propósito de contribuir a estos procesos reflexivos, me gustaría invitarlos a descubrir el pensamiento de Humberto Maturana, un autor cuya visión puede enriquecer e impactar profundamente en la forma de representar a la enseñanza y al aprendizaje.
Maturana (1928-2021), biólogo y epistemólogo chileno, es reconocido por sus investigaciones en biología del conocimiento y por la teoría de la autopoiesis, desarrollada junto con Francisco Varela. Su trabajo no está confinado a las fronteras de la biología, sino se extiende y se adentra en la educación, la filosofía y la psicología. Para él, aprender no se limita a la simple adquisición pasiva de información y acumulación de conocimientos, sino como un proceso de transformación que ocurre en la interacción con otros.
Desde su postura epistemológica, Maturana nos invita a concebir el conocimiento no como algo externo que se transmite, sino como una construcción que se da en el proceso de “lenguajear”[1], es decir, en la forma en que los seres humanos nos relacionamos a través del lenguaje. Esta idea es clave para nuestra labor docente, ya que nos recuerda que el aprendizaje se construye desde ambientes de conversación y construcción conjunta del saber.
Su propuesta nos ofrece valiosas premisas para re-pensar nuestra práctica educativa. Debemos comenzar reconociendo que aprender es un proceso de transformación que ocurre en la convivencia, a través del diálogo, la participación activa y el desarrollo del pensamiento crítico-reflexivo en el aula. El "lenguajear" nos permite crear ambientes de aprendizaje más humanos, significativos y democráticos, donde el lenguaje no sólo es una herramienta para aprender, sino un medio para crear espacios de construcción colectiva de significados y conocimientos.
Les invito a acercarse a la obra de Maturana y reflexionar sobre cómo sus ideas pueden enriquecer nuestra práctica educativa. En su libro El sentido de lo humano (1991)[2] y otros textos, encontraran claves para comprender cómo el lenguaje moldea nuestra realidad y cómo, desde el aula, podemos generar nuevas formas de ser y convivir.
Sigamos aprendiendo juntos para construir una educación más consciente y transformadora; hacia una sociedad aprendiente “fundada en la democracia cognitiva y la equidad social” (UPV, 2016, p. 146)[3].
[1] Para este autor, el lenguaje va más allá de una representación objetiva del mundo, lo construye como un fenómeno biológico y social que surge en la interacción con el mundo, co-construyendo significados y creando una visión sobre el mundo que nos rodea.
[2] Maturana, H. (1996, Octava edición). El sentido de lo Humano. Ed. Dolmen Mundo Abierto.
[3] UPV. (2016). Horizonte Educativo. Hacia una pedagogía de la autoorganización. México. SEV.
Dra. María Fernanda Huesca Lince
Universidad Pedagógica Veracruzana
Maturana, H. (1992, Cuarta edición). El sentido de lo Humano. Ediciones Pedagógicas Chilenas, S.A.